EL CUENTO DE LA CEBOLLA
Había una vez un huerto lleno de
hortalizas y árboles frutales. Daba gusto sentarse a la sombra de los árboles.
Pero un buen día, empezaron a nacer unas cebollas especiales. Cada una tenía un
color diferente; rojo, amarillo, naranja, morado... Los colores eran
deslumbrantes, como el color de una mirada o de un bonito recuerdo.
Después de varias investigaciones, resultó que cada cebolla
tenía dentro en el mismísimo corazón una piedra preciosa. Ésta tenía un
topacio, otra un rubí, otra una esmeralda... Pero por alguna incomprensible
razón se empezó a decir que aquello era peligroso, inadecuado y hasta
vergonzoso. Total que las bellísimas cebollas tuvieron que empezar a esconder
su piedra preciosa con capas, cada vez más oscuras y feas, para disimular como
eran por dentro.
Hasta convertirse en cebollas vulgares e incluso otras
optaron por esconderse entre la tierra nuevamente. Pasó por allí un sabio que
le gustaba sentarse a la sombra del huerto y que entendía el lenguaje de las
cebollas, empezó a hablar con cada una de ellas y les preguntó:
SABIO: ¿Por qué no te muestras como eres por dentro?
Unas contestaron: Porque me obligaron a ser así...
OTRAS… No sé, pero me enseñaron a parecerme a los demás…
Otras… Porque me duele el rechazo…
Todas coincidieron en que las capas se las fueron poniendo
otras “normales” e incluso ellas mismas lo hacían para evitar que les
etiquetaran como algo “raro”
El sabio se echó a llorar, pensando en la “atrocidad” que se
estaba cometiendo con tan valiosas cebollas y cuando la gente le vio llorando,
pensó que llorar ante las cebollas era de sabios. Por eso desde ese día, todo
el mundo llora cuando una cebolla nos abre su corazón.
Aquí acaba el cuento y empieza la investigación:
¿Cuáles son tus
capas?
¿Cuál tu piedra
preciosa?
¿Puedes quitar esas
capas?
Recomienda este cuento a todas esas personas que por algún
motivo les han hecho sentir que ser diferente es negativo y que hay que
"eliminar u ocultar" todo aquello que no entra en lo que algunas
personas consideran que es "lo normal" y les han hecho ocultarse
entre capas "normalizadas". Una buena autoevaluación a nosotr@s
mism@s sería el hacerse estas preguntas y quizás nos sorprenda la cantidad de
capas que nos hemos impuesto por querer "parecernos" o
"pertenecer" a un determinado grupo.
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