Los viajes de Hernando de Magallanes
1- Hernando de Magallanes
Después del Tratado de Tordesillas, la Corona
española quería seguir buscando un paso a las Indias, por ello contrató a Hernando
de Magallanes para que continuara la exploración de las costas de
América con el objetivo de encontrar un paso que les permitiera llegar a
oriente. Lo importante era seguir una ruta que parta desde España y no pase por
los dominios de portugueses.
Con el apoyo del rey de España la expedición se puso en
marcha. Fue aprovisionada en Sevilla e inició su periplo desde el puerto de
Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519 rumbo a las islas con 5
naves: la Trinidad, nave capitana al mando de Magallanes, la
Concepción, capitaneada por Gaspar de Quezada y con Juan Sebastián Elcano
como contramaestre, la San Antonio, mandada por Juan de
Cartagena, la Santiago, con Juan Serrano a la cabeza, y la
Victoria, dirigida por Luis de Mendoza. La dotación estaba formada por
cerca de 250 hombres, la mayoría de los cuales nunca más regresaría a
España.
Magallanes estaba resuelto a continuar el viaje hacia el Sur
hasta encontrar el estrecho, pese a la resistencia de las tripulaciones y,
especialmente, de los capitanes de las naves. El frío aumentaba. Las costas de
la recién bautizada Patagonia eran totalmente inhóspitas. El nombre Patagonia
tuvo su origen en el hecho de que los habitantes de esas desoladas regiones,
cazadores nómadas, eran de elevada estatura, y para protegerse los pies
del frío se los envolvían en pieles, que dejaban en el suelo huellas enormes.
Se hizo necesario invernar en la bahía de San Julián.
Durante esta estadía la nave Santiago naufragó en labores de exploración y
comenzaron a producirse motines acaudillados por los capitanes de las distintas
embarcaciones. Magallanes la dominó ordenando decapitar a alguno de sus
líderes y abandonando a otros en la playa.
El 21 d octubre llegaban a la abertura de un estrecho. Dos
naves lo exploraron durante seis días, pero sin encontrar su salida. El 1 de
noviembre de 1520 Magallanes emprendía el recorrido que lo haría navegar
durante veintisiete días frente a un paisaje austero, grandioso e imponente,
hasta desembocar en el Mar del Sur, al que por encontrarlo tan tranquilo lo
rebautizó con el nombre de Océano Pacífico.
El cruce fue muy peligroso, al extremo de que una tempestad
estuvo a punto de ponerle fin, pero su realización significó para Magallanes el
logro cabal de la meta que se había propuesto.
Magallanes denominó al estrecho recién descubierto
como Todos los Santos (fecha de inicio de su
navegación), y a la región situada al Sur, Tierra del fuego,
debido a que por las noches se cubría de fogatas encendidas por sus invisibles
habitantes.
Magallanes cruzó el Océano Pacífico en dirección Noroeste
con las naves que le quedaban. Tras sufrir innumerables penalidades, descubrió
y tomó posesión de un archipiélago al que llamó Filipinas.
Hizo alianza con el rey de Cebu, lo convirtió al
cristianismo. Sin embargo, las esperanzas de Magallanes de arribar a las
Molucas y dominar las islas de la especiería se desvanecieron el día 27 de
abril.
En la isla de Matán (o Mactán), los aborígenes liderados por
Cilapulapu (o Lapu-Lapu) se opusieron al desembarco de los españoles con las
armas en la mano. Hubo encarnizados combates en la playa que culminaron con la
lenta retirada de los españoles hacia su embarcación. Magallanes, quedó solo y
los indígenas de Matcán le dieron muerte.
Fue reemplazado por Sebastián Elcano, marino
español quién logró llegar a las islas Molucas y luego de cargar
especias inició el viaje de regreso por la ya conocida ruta “portuguesa”
(conocida, pero peligrosa para una expedición española) a través del Índico
para luego circunnavegar África para acabar llegando el 6 de septiembre de 1522
a España.
De las cinco naves que partieron solo completó la
vuelta al mundo una, la Victoria y de los más de 250 hombres
que embarcaron tres años atrás, sólo volvieron 18.
Estos fueron los primeros seres humanos en dar la vuelta al
planeta y, aunque este no era el objetivo de la expedición, es lo que les hizo
pasar a la historia, en especial a Juan Sebastián Elcano, al cual el rey Carlos
I le concederá un escudo de armas coronado con un globo terráqueo e ilustrado
con la leyenda o divisa “Primus circumdedisti me”, que significa “el primero
que me rodeaste”.
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